Subrayado (amarillo) – Posición 86
lo que hace que «tú seas tú» radica, básicamente, en tus recuerdos personales.
Cualquier acontecimiento, por muy importante, emotivo o traumático que pueda parecer, puede ser olvidado, recordado de manera errónea o incluso haberse convertido en una ficción.
Debido a nuestra configuración psicológica y fisiológica, todos podemos llegar a recordar, de manera íntima y vívida, cosas que jamás tuvieron lugar.
el cerebro de los bebés no es psicológicamente capaz de generar o almacenar memoria a largo plazo.
antes de los tres años todo es nuevo, interesante y desconocido.
niños recordaban más fácilmente las formas «alegres».
si recuerdan un objeto, pasarán menos tiempo observándolo.
almacenan información sobre la emoción a la que estuvo vinculada la experiencia.
desarrollar la memoria a partir de los nueve meses
«Si tienes cinco meses de vida, lo que no está a la vista no existe. No sueles llorar porque olvidas que tu madre estaba ahí, así que no tienes miedo».
cerebro de un bebé aumenta de volumen en un 101 % durante el primer año y un 15 % más en el segundo.
al año de edad es del 72 %, y el 83 % de lo que será el volumen final a los dos años.
las neuronas son las células de nuestro cerebro que procesan y transmiten información a través de impulsos eléctricos y señales químicas.
Tal vez cuando tenías cinco años eras capaz de hacer una lista de todos los dinosaurios, pero ¿realmente necesitabas esa información? Lo más probable es que no, dijo tu cerebro, y borró las conexiones y las neuronas responsables de buena parte de ese conocimiento.
pasamos de tener un cerebro desordenado a un cerebro elegante optimizado para nuestro entorno particular, adaptado a nuestro aprendizaje, biología y circunstancias individuales.
Cuando nos descubrimos y nos damos cuenta de que uno de nuestros recuerdos es falso, estamos utilizando la metamemoria.
«Las primeras experiencias y la influencia del entorno pueden dejar una huella perdurable en la predisposición genética que afecta a la naciente arquitectura cerebral y a la salud a largo plazo».
Resulta sorprendente y extraño pensar que los que son posiblemente nuestros años más formativos son también aquellos que apenas vamos a recordar.
estar sobreexcitado o sentir pánico puede bloquearnos haciendo que olvidemos información que, de otro modo, podríamos recuperar con bastante facilidad.