Hace unos días se publicó en Netflix un documental que tiene hasta cierto punto una realidad de la situación actual que vivimos en cada momento.
Grupos de investigadores, psicólogos y ex-trabajadores expertos de estas empresas y que fueron parte del desarrollo de este tipo de apps sociales relatan su experiencia en la creación de las mismas, así como de los trucos bajo la manga que los algoritmos que nos persuaden a dar like y hacer scroll incontrolablemente.
Si eres un adicto de las Redes Sociales y si eres parte de la generación social nacida por allá de los 90 entonces seguramente te caerá como balde de agua fría porque posiblemente ya eres un adicto y lo peor es que ya lo sabías y no lo puedes controlar, pero ¿Te has preguntado por qué sucede esto?.
Tú que nunca te has detenido a pensar de qué viven estas empresas dueñas de las redes sociales que hoy usas o tú que crees que solo viven de publicidad estas empresas, entonces tienes que ver este documental. Te dará una idea de la realidad de las cosas y te harán entender realmente de qué viven.
Con esto ahora vas a entender por qué esos productos que buscaste en Amazon ahora también los ves en Instagram, o por qué ese tema de interés ahora lo vez tan seguido dentro de tus timelines.
Somos presas de todos esos algoritmos automatizados que hay detrás de todas estas apps porque las empresas ya entendieron cómo funciona nuestro cerebro y ahora estas empresas saben como manipularnos, sin pagarnos, sino todo lo contrario, nosotros les pagamos inconscientemente a pesar de todo.
La tecnología no es una amenaza existencial en sí misma, sino su capacidad para sacar lo peor de la sociedad. Y lo peor de la sociedad es la amenaza existencial.
Lo que rescato de todo este documental personalmente hablando es que se debe relajar el uso de las redes sociales, buscar la forma de controlar mi uso dentro de estas y evitar claudicar cuando decimos que no usaremos el móvil en cierto momento.
Tristan Harris – Center for Humane Technology
Antes de ver este documental he tratado diversas maneras de controlar el uso de estas aplicaciones y creo que lo que mas me ha servido para lograr reducir este consumo digital es apagar todas las notificaciones y permitir solo el sonido de alarmas y llamadas de voz. No me refiero a ponerlo en modo ‘No molestar’ sino apagar todas las notificaciones haciéndolo en la configuración individual por cada aplicación.
Soy desarrollador de software y sé técnicamente como funcionan estos modelos de software, sin embargo, también he sido presa de estas tecnologías. No las voy a dejar y tampoco dejaré de aportar para el desarrollo de este tipo de aplicaciones porque se que el problema no es la empresa que la desarrolla ni la app en sí misma sino el limitado conocimiento que tenemos de nosotros mismos, del funcionamiento real de nuestros pensamientos, de nuestros actos conscientes e inconscientes.